Pastores En Política, ¿Qué
Dice La Biblia?
Ps. Fernando Alexis Jiménez
Silencio. El auditorio colmado. Expectativa. Frío. El aire acondicionado estaba
demasiado alto. Uno que otro espectador consultaba su reloj. Aquél sería un
momento histórico en aquella asamblea de iglesias.
--Huelo a oveja, como ustedes, mis amados consiervos. Solo que ahora siento
un llamado del Señor a incursionar en el mundo de la política. Recuerden lo que
dice la Biblia: "Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra"--,
dijo el pastor Roberto, modulando cuidadosamente su voz de tal manera que
pudiera imprimir un aire de trascendencia a aquel momento.
Nadie dijo nada. Uno que otro comentó por lo bajo, pero finalmente salieron del
lugar con la expectativa de qué ocurriría en la próxima contienda electoral.
El domingo predicaba el pastor Roberto a la multitud congregada desde primeras
horas de la mañana, aprovechando uno que otro versículo para enfatizar sus
aspiraciones a llegar a la Diputación del Departamento. Desde el lunes hasta el
sábado desarrollaba su actividad proselitista.
No era extraño verlo en los barrios entregando hojas volantes que promocionaban
sus propuestas para el gobierno. Eso sí, evidenciando que era cristiano porque
al final de los mensajes, hacía notar su condición de pastor.
Y perdió en las elecciones. Por un porcentaje abrumador. Se cayó de la nube en
que andaba. Pero lo más duro fue enfrentar la realidad: muchos de quienes
congregaban en la iglesia, se habían ido. Apenas natural. En cada congregación
hay personas de corrientes políticas diferentes, que se deben respetar y no van
a concebir ni a aceptar que su líder religioso los comprometa o presione a
votar por él.
Común
hoy día
La política se ha convertido en una peligrosa tentación para sinnúmero de
pastores y líderes con congregaciones a cargo. Al fin y al cabo ejercen
influencia y nada mejor que contar con esos seguidores-que les han conocido
como predicadores y guías y no como políticos--, para invitarles a sufragar a
su favor.
Más peligroso aún: los políticos, concientes de esa situación, cual osos
hormigueros, olfatean e identifican qué líderes de iglesia tienen mayor
reconocimiento y, por supuesto, potenciales sufragantes, para venderles la
propuesta de lanzarse a cargos públicos. Muchos han sucumbido al estímulo y
enfrentan las terribles consecuencias.
¿Qué
dice la Biblia?
Antes de tomar cualquier decisión ante la posibilidad de incursionar en el
mundo de la política, los pastores, obreros y líderes deberían escudriñar la
perspectiva bíblica. Y, si después de leer lo que dicen las Escrituras, deciden
proseguir en su propósito, dejar el ministerio. No es concebible que alguien
utilice el púlpito y el reconocimiento ganado en su desenvolvimiento eclesial,
para captar votos.
El apóstol Pablo explicó que los gobernantes fueron instituidos por Dios,
dejando claramente establecido que se trata de un rol específico, distinto al
llamamiento que se hace a los pastores, maestros, apóstoles, profetas y
evangelistas:"Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues
no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron
establecidas por él. "(Romanos 13:1, Nueva Versión Internacional)
Es evidente que, si la política fuera ejercita sanamente en el mundo, serían
gobernantes conforme a Su voluntad, porque es Su prerrogativa definir quiénes
tendrán las riendas en cargos públicos o legislativos en un país, un estado o
una ciudad: "Él cambia los tiempos y las épocas, pone y depone
reyes. A los sabios da sabiduría, y a los inteligentes, discernimiento. "(Daniel
2:21, Nueva Versión Internacional)
¿Está tentado por involucrarse activamente en la política? Recuerde que, como
bien lo habrá leído, el llamamiento de Dios es irrevocable. Y es
específicamente al ministerio.--(Romanos 11:29; Filipenses 3:14; 2
Tesalonicenses 1:11; 2 Timoteo 1:9; Hebreos 3:1) Pero en las Escrituras
aprendemos algo más: quien ejerce desde la posición pública, bien sea en la
rama gubernativa o de legislación, como Congresistas, Diputados o Concejales,
tienen dedicación específica a esa labor: "Por eso mismo pagan
ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios, dedicadas
precisamente a gobernar."(Romanos 13:6, Nueva Versión Internacional)
No se puede servir a dos señores: al ministerio y a la política (Lucas 16:3). O
estás convencido de tu llamamiento a servir al Señor Jesús en su Obra, o te
dedicas al proselitismo. Todo en esta vida es efímero, más aquellas cosas que
son del mundo, como la política (1 Juan 12:15-17).
¿Estoy en contra, como ministro de Dios, de que se haga política? En absoluto.
Lo que considero más bien es que sean miembros de la congregación, con esa vocación
específica, quienes hagan incursión en el mundo político. Si tienen propuestas
buenas, sensatas y con principios cristianos, ganarán sufragantes.
No está bien que pastores y líderes aprovechen su investidura para pescar
votos. ¿Por qué, mis amados hermanos que comparten esta dualidad, no renuncian
al pastorado si es tanto su amor por las almas para servirlas desde lo secular?
Seamos sinceros: porque quieren asegurarse, no arriesgar. Si pierden las
elecciones, siguen en la iglesia, como si nada. Y eso no es justo con los
cristianos que se reúnen confiando en su liderazgo, como hombres comprometidos
con la Obra a tiempo completo.
El
poder político desplaza a Dios
Por siglos ha habido en muchos países un matrimonio entre la Iglesia
tradicional, la católica, y el poder político. Y muchos pronunciamientos
favorecen a los gobernantes de turno. No obstante, algo para destacar en ellos
es que no aceptan que los sacerdotes sean candidatos en política. Algo sensato.
Sin embargo los evangélicos, muchos de los cuales no ahorran esfuerzos en
criticarlos, no solo se han enamorado de la política sino que sacan de su
contexto versículos de la Biblia, para sustentar sus aspiraciones seculares.
¿Qué dice la Biblia? Que el propósito original de Dios era que el pueblo
escogido se gobernara por el ejercicio de jueces o profetas. Pero cuando Israel
tuvo contacto con otras naciones, pidió rey. A este hecho se suma el que los
dos hijos del profeta Samuel no estaban haciendo bien su labor.
La Palabra nos relata que "Cuando Samuel entró en años, puso a
sus hijos como gobernadores de Israel, con sede en Berseba. El hijo mayor
se llamaba Joel, y el segundo, Abías. Pero ninguno de los dos siguió el ejemplo
de su padre, sino que ambos se dejaron guiar por la avaricia, aceptando
sobornos y pervirtiendo la justicia. Por eso se reunieron los *ancianos de
Israel y fueron a Ramá para hablar con Samuel. Le dijeron: "Tú has
envejecido ya, y tus hijos no siguen tu ejemplo. Mejor danos un rey que nos
gobierne, como lo tienen todas las naciones.""(1 Samuel 8:1-5, Nueva
Versión Internacional).
La comunidad de aquél entonces creyó que tendrían administración con líderes
seculares que religiosos. Tomaron una decisión, que si bien fue desacertada, no
la desechó Dios. Al fin y al cabo, Él respeta nuestras determinaciones. A
nosotros nos corresponde asumir las consecuencias de cualquier opción por la
que nos inclinemos.
Es evidente que tener un rey, iba en contravía del plan de Dios para los
israelitas; pero fue ellos quienes lo decidieron:"Cuando le dijeron
que querían tener un rey, Samuel se disgustó. Entonces se puso a orar al Señor, pero
el Señor le dijo: "Considera seriamente todo lo que el pueblo te diga. En
realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine
sobre ellos. Te están tratando del mismo modo que me han tratado a mí desde el
día en que los saqué de Egipto hasta hoy. Me han abandonado para servir a otros
dioses. Así que hazles caso, pero adviérteles claramente del poder que el
rey va a ejercer sobre ellos." "(1 Samuel 8:6-9, Nueva Versión
Internacional)
Cabe preguntarse, ¿era conveniente el cambio que iban a dar en su esquema
gubernativo? Por supuesto que no. Un rey era absolutamente secular, en
consonancia con el manejo que daban los demás pueblos a sus destinos.
El
poder político y el mundo
Cuando vamos al libro del Deuteronomio, capítulo 17, desde el versículo 14 en
adelante, hallamos que Dios le advirtió a los israelitas lo que ocurriría
cuando estuvieran bajo la dirección de un rey. ""Cuando
tomes posesión de la tierra que te da el Señor tu Dios, y te establezcas, si
alguna vez dices: "Quiero tener sobre mí un rey que me gobierne, así como
lo tienen todas las naciones que me rodean" , asegúrate de nombrar como
rey a uno de tu mismo pueblo, uno que el Señor tu Dios elija. No aceptes como
rey a ningún forastero ni extranjero."(Deuteronomio 17:14, 15, Nueva
Versión Internacional)
Lea cuidadosamente el texto. Señala que el gobernante debía proceder de los
propios israelitas, pero no dijo el Señor que tenía que ser escogido entre los
sacerdotes y levitas. Era un oficio totalmente distinto, con roles diferentes y
metas que diferían unas de otras.
El funcionario debería ser esencialmente del ámbito secular, aunque orientado
por principios de la Palabra. No se creería superior a nadie -dicho sea de paso
me preocupan los pastores y líderes a quienes gobierna el orgullo y la
prepotencia-y debía ser justo (versículos 16 al 20).
La
política no debe mezclarse con el ministerio
La vida del rey Uzías es sobresaliente en la historia del pueblo de Israel.
Gobernó en Judá. Residía en Jerusalén. Contemporáneo de los profetas Isaías,
Oseas, Zacarías y Amós. Estuvo al frente de esa posición por espacio de 52
años. Sin embargo, cuando se consolidó, mezcló lo político con lo religioso.
No supo diferenciar un rol del otro. En ese convencimiento, desconociendo que
uno era el llamamiento para ser rey y otro bien distinto a ministrar delante de
Dios, entró en el templo para ofrecer incienso:
"Sin
embargo, cuando aumentó su poder, Uzías se volvió arrogante, lo cual lo llevó a
la desgracia. Se rebeló contra el Señor, Dios de sus antepasados, y se atrevió
a entrar en el templo del Señor para quemar incienso en el altar. Detrás
de él entró el sumo sacerdote Azarías, junto con ochenta sacerdotes del Señor,
todos ellos hombres valientes, quienes se le enfrentaron y le dijeron:
"No corresponde a Su Majestad quemar el incienso al Señor. Ésta es función
de los sacerdotes descendientes de Aarón, pues son ellos los que están
consagrados para quemar el incienso. Salga usted ahora mismo del santuario,
pues ha pecado, y así Dios el Señor no va a honrarlo." Esto
enfureció a Uzías, quien tenía en la mano un incensario listo para ofrecer el
incienso. Pero en ese mismo instante, allí en el templo del Señor, junto al
altar del incienso y delante de los sacerdotes, la frente se le cubrió de
*lepra. Al ver que Uzías estaba leproso, el sumo sacerdote Azarías y los demás
sacerdotes lo expulsaron de allí a toda prisa. Es más, él mismo se apresuró a
salir, pues el Señor lo había castigado. "(2 Crónicas 26:16-20, Nueva
Versión Internacional)
Le invito para que, libre de todo prejuicio, estudie el pasaje. Dios no conjuga
el ejercicio político con el religioso y es evidente, que no es de su pleno
agrado, que un pastor o líder-que predica desde un púlpito--, aproveche ese
privilegio para posicionarse secularmente. O se es pastor, o se es político. No
está bien ejercer las dos condiciones.
Ministrar
y administrar, ¿cuándo se unen las dos?
La iglesia primitiva se vio inmersa en una situación de conflicto. En la Biblia
leemos que "En aquellos días, al aumentar el número de los
discípulos, se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de
que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. Así
que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron:
"No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la
palabra de Dios para servir las mesas. Hermanos, escojan de entre ustedes
a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para
encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a
la oración y al ministerio de la palabra." "(Hechos 6:1-4, Nueva
Versión Internacional)
Los discípulos fueron muy claros es especificar que ellos se dedicarían "de
lleno a la oración y el ministerio de la palabra"(versículo 4) Era
su prioridad. Además, tenían conciencia de su llamamiento.
Y, ¿qué decir de los pastores bivocacionales? Es algo distinto. Los ministros
bivocacionales-soy uno de ellos y trabajo como profesional con el gobierno de
mi país-son aquellos profesionales que fueron llamados al ministerio pastoral
pero siguen ejerciendo secularmente por dos razones: la primera, su
congregación no tiene el dinero suficiente para contratarles a tiempo completo;
segundo, consideran que vivir a Cristo también se puede hacer desde lo secular,
como debe ser.
El apóstol Pablo mismo trabajaba haciendo carpas de campaña para no ser gravoso
a los hermanos de las iglesias, y aún así, ejercía la predicación. Para
desempeñarse laboralmente no necesitaba votos, en cambio quienes se dedican a
la política, sí los necesitan, y si aprovechan su condición de ministros o
líderes, faltan a la ética cristiana.
A
Dios, lo que es de Dios...
Le invito para que lea conmigo un pasaje revelador del Evangelio que nos
ayudará a concluir el tema: "Entonces salieron los fariseos y
tramaron cómo tenderle a Jesús una trampa con sus mismas palabras. Enviaron
algunos de sus discípulos junto con los herodianos, los cuales le dijeron:
-Maestro, sabemos que eres un hombre íntegro y que enseñas el camino de Dios de
acuerdo con la verdad. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las
apariencias. Danos tu opinión: ¿Está permitido pagar impuestos al *César o
no? Conociendo sus malas intenciones, Jesús replicó: -¡*Hipócritas!
¿Por qué me tienden *trampas?19 Muéstrenme la moneda para el impuesto. Y
se la enseñaron.-¿De quién son esta imagen y esta inscripción? -les
preguntó.-Del César -respondieron.-Entonces denle al César lo que es del césar
y a Dios lo que es de Dios. Al oír esto, se quedaron asombrados. Así que lo
dejaron y se fueron. "(Mateo 22:15-22, Nueva Versión Internacional)
Por favor, dígame si estoy equivocado; pero lo que entiendo es que el amado
Señor Jesucristo supo diferenciar lo político de lo religioso. Y ya que Él es
nuestra autoridad espiritual, estoy convencido que no hay lugar a muchas
disquisiciones. La decisión de muchos pastores y líderes de amplio
reconocimiento, de incursionar en el mundo político, antes que beneficio, ha
generado murmuraciones.
Valore su llamamiento ministerial, o quédese en el ejercicio secular en el cual
podrá tener igualdad de condiciones con aspirantes a cuerpos colegiados y
cargos públicos. No permita que se confunda nuestro testimonio de fe en
Jesucristo con el aprovechamiento de privilegios para direccionar la opinión
pública a favor nuestro.
Concluyo reconociendo que mi planteamiento desatará polémicas. Lo reconozco y
acepto. No obstante, estoy dispuesto a asumir el sano debate porque considero
oportuno que se levanten voces que pongan claridad a asuntos tan delicados como
el desenvolvimiento de la iglesia en su papel profético de proclamar a Cristo
Jesús frente al compromiso de estar desde el gobierno, no para predicar sino
para administrar, como es su verdadera esencia.
Oro a Dios por la vida de cada uno de ustedes...Y que sea Dios mismo quien
arroje luz sobre el tema, si es que alguien -llámese pastor o líder en
ejercicio--todavía persiste en defender sus aspiraciones en el ámbito de la
política.
©
Ps. Fernando Alexis Jiménez - Contacto (057) 317-4913705
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