viernes, 8 de junio de 2012


MATTEO SAVONAROLA, UN PRECURSOR DE LA REFORMA

Le llamaron “hereje”, porque enfrento al poder de Roma con la verdad. Savonarola fue un religioso dominico, predicador italiano, confesor del gobernador de Florencia, Lorenzo de Médici, organizador de las célebres hogueras de vanidad (o “quema de vanidades”) donde los florentinos estaban invitados a arrojar sus objetos de lujo y sus cosméticos, además de libros que él consideraba licenciosos, como los de Giovanni Boccaccio. Predicó contra el lujo, el lucro, la depravación de los poderosos y la corrupción de la Iglesia Católica, contra la búsqueda de la gloria y contra la homosexualidad, entonces llamada sodomía, que él sospechaba que estaba en toda la sociedad de Florencia, donde él vivió.
VEAMOS LA HISTORIA DE UN HÉROE DE LA FE EN ÉPOCAS DIFÍCILES:
  Su nombre era Girolamo Maria Francesco Matteo Savonarola, nació el 21 de septiembre de 1452 en el seno de una familia noble de Ferrara al norte de Italia. Predicador, reformador religioso y mártir.  Girolamo estudió filosofía y medicina. En 1474 después de escuchar un poderoso sermón en el que un monje agustino llamaba al arrepentimiento y la consagración, ingresó a un monasterio de la orden de los dominicos en la ciudad de Bolonia, Italia.
Durante su primer año de vida monástica, Girolamo se desencantó de la iglesia. La creciente corrupción que vio lo llevó a escribir el poema “La iglesia declina”. Como parte de sus tareas en el monasterio, Girolamo estaba a cargo de la instrucción de los novicios. En su tiempo libre se dedicaba a escribir tratados filosóficos que basaba en las enseñanzas de Aristóteles y Tomás de Aquino. En 1482 predicó por primera vez en Florencia, al llegar a esa ciudad, no pudo
contenerse y denunció la inmoralidad prevalente en todos los estratos sociales,  especialmente en la corte de Lorenzo de Medici. Aunque sus muy escuchados sermones no fueron bien recibidos por las autoridades eclesiásticas, Girolamo siguió presentando su mensaje en diversas ciudades desde 1485 a 1489.
En la ciudad de Brescia, alrededor del año 1486, Girolamo inició un estudio y prédicas del libro de Apocalipsis. Esos estudios inspiraron un mayor fervor por la renovación de la iglesia y la urgencia de llevar la salvación a tantas almas como fuera posible. En 1489 Girolamo regresó a Florencia. En agosto del año siguiente predicó en la catedral de Florencia, iniciando una serie de sermones basados en el libro de Apocalipsis. La población estaba realmente impactada por sus palabras y llegaba de todas partes a escucharlo. En 1491 fue nombrado Prior del monasterio florentino de San Marco.
Los Medici siempre habían sido importantes benefactores del monasterio, pero Girolamo los había denunciado públicamente y cuando lo presionaron para que echara pie atrás en el tono de sus predica nos manifestó claramente que no estaba dispuesto a retraerse de sus palabras. Por el contrario, en cuanto tomó la dirección del monasterio de San Marco, inició una reforma interna poniendo ejemplo de vida austera. A pesar de las duras medidas implementadas, el número de monjes casi se multiplicó por cinco, de 50 a 238. Como resultado de sus sermones, muchos ciudadanos florentinos arrepentidos de una vida de
disolución buscaron la verdadera senda de Cristo.
A pesar de que en sus mensajes, Girolamo fustigaba el libetinaje de la corte, cuando en abril de 1492, Lorenzo de Medici estaba en su lecho de muerte, pidió que le llevaran a Girolamo para recibir consuelo en su hora final. Girolamo se negó a darle la absolución hasta que Lorenzo restaurara la libertad de los florentinos. Lorenzo se negó a obedecer y Savonarola se negó a darle la absolución. Como resultado de las denuncias de Girolamo contra los Medici, la familia completa fue expulsada de la ciudad. Girolamo rechaza el nombramiento de Cardenal
En 1493, el papa Alejandro VI lo nombró Vicario General y poco después lo propuso como cardenal, posición que Savanarola declinó por considerar que comprometería su conciencia, pues no estaba de acuerdo con la degradación moral prevaleciente en el clero, ni con muchas de las cosas que sucedían en la corte papal de Alejandro VI.   Desde que inició su vida como predicador, Savonarola denunció las injusticias cometidas por los círculos de poder allegados al papa Alejandro VI quien era conocido como uno de los papas más ambiciosos, corruptos y licenciosos de su época y Savonarola profetizaba un juicio contra la iglesia así como una reforma que pronto vendría.
FLORENCIA UNA REPÚBLICA TEOCRÁTICAEn 1494, bajo la dirección de Savonarola, Florencia fue convertida en una república regida teocráticamente. El propósito primordial de Savonarola era fundar una república cristiana libre de los vicios y componendas comunes en la iglesia católica.  Aunque constantemente denunciaba a la iglesia católica, seguía perteneciendo ella, en un intento vano de lograr una reforma interna.   Savonarola pensaba impulsar una reforma de la iglesia teniendo como ejemplo o proyecto piloto a la ciudad de Florencia. Toda la plataforma política y social estaba
basada por completo en las enseñanzas del monje dominico. Al contrario del autoritarismo de los Medici, se instituyó un consejo que representaba de forma democrática a todos los ciudadanos. La Biblia era la base sobre la cual se juzgaba todo asunto. Ante las prédicas y exhortaciones de Girolamo, la población entera renunció a la ostentación, a la hechicería y otras costumbres paganas. Todo esto trajo también un lado negativo, como era el espionaje y la denuncia de quienes no cumplieran con lo establecido. Los que eran hallados culpables sufrían castigos muchas veces deplorables y excesivos.
El Papa Alejandro VI no estaba dispuesto a permitir que Savonarola lo siguiera
desafiando, así que el 25 de julio de 1495, Savonarola fue llamado a Roma para presentarse ante un tribunal eclesiástico, acusado de proferir falsas profecías, pero Savonarola se negó a acudir. El 8 de septiembre del mismo año fue acusado de herejía y el papa le prohibió predicar y presentarse en público. La rama de monjes dominicos fundada por él fue suprimida y declarada ilegal. El 12 de mayo de 1497 fue excomulgado, medida que Girolamo denunció como ilegal y arbitraria en su carta “Contra la Excomunión” publicada el 19 de junio. A pesar de estar excomulgado, Savonarola celebró misa en navidad de 1497. El 11 de febrero de 1498 predicó de nuevo en la catedral de Florencia.
Durante los terribles acontecimientos de la peste que diezmó Italia, Girolamo se dedicó incansablemente a socorrer a los enfermos.  Ese mismo año, el monasterio de San Marco fue atacado por las tropas del papa y Savonarola junto a uno de sus más fieles seguidores el monje Domenico de Pescia fueron tomados prisioneros. El general de los dominicos y el obispo de Llerda llegaron a Florenci para representar a Roma en el juicio contra Girolamo.
Los documentos del juicio que aunque fueron adulterados por el notario papal todavía existen. Savonarola y Domenico de Pescia así como otro miembro de la su orden fueron condenados a muerte el 22 de mayo de 1498. Acusados de herejía fueron ahorcados al día siguiente. Inmediatamente después de la ejecución, su cuerpo fue quemado. Después de muchos siglos incontables católicos han revisado su vida. Recordando su entrega y piedad han tratado de lograr que Girolamo Savonarola sea canonizado por la iglesia católica pero hasta ahora han fallado. En la ciudad de Worms, a la par del monumento a Martín Lutero fue erigida una estatua de Savonarola con una leyenda que acredita a Girolamo Savonarola como precursor de la Reforma.

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