miércoles, 28 de diciembre de 2011


PROTEGIENDO EL REBAÑO (IMPACTANTE)


David Wilkerson
David Wilkerson:
(Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas. Pero el asalariado, que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa)  (Juan 10:11-12).
Como Pablo, en Hechos 20, va camino a Jerusalén, se detiene en Éfeso. Allí convocó a los líderes de la iglesia para una reunión especial. Solemnemente les dijo a esos creyentes efesios: “Y ahora, yo sé que ninguno de vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro” (Hechos 20:25). Pablo, entonces, entregó su último mensaje a los efesios. En esencia les dijo: “He estado con ustedes antes y conocen todo lo que he hecho. Les he servido con humildad y lagrimas. He predicado en vuestra iglesia, como asimismo casa por casa. Todo lo he cumplido bajo las más grandes tribulaciones y persecuciones. Pero, [nada he guardado de vosotros].” Entonces, con lágrimas, les dio esta sobria advertencia:“… por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno” (Hechos 20:31). ¿Qué es lo que Pablo vio que iba a venir? ¿Qué es lo que tanto le afligió para pasar tres años gimiendo sobre la iglesia? ¿Acerca de cuál tragedia venidera les había advertido tantas veces, tanto pública como privadamente, ya sea en la iglesia como en sus hogares? ¿Qué asunto pudo sacudir tan profundamente a este hombre piadoso y de oración.
La preocupación de Pablo no era una explosión de lujuria, adulterio, divorcio o borrachera. Sus advertencias no eran acerca de persecuciones o restricciones venideras, ya sea de parte de la sociedad o del gobierno. No les amonestó sobre alguna explosión de depravación u homosexualidad en el púlpito, o alguna decadencia moral, desempleo y pobreza, terrorismo y guerras. En cortas palabras, las advertencias de Pablo no fueron acerca del caos que ocurren fuera de las puertas de la iglesia. No, la preocupación de Pablo fue por lo que él vio venir dentro de los muros de la casa de Dios. El amonestó a los efesios acerca de lo que venía sobre el ministerio, sobre los pastores, en particular. Y estas advertencias fueron acerca de la destrucción que viene en las manos de impostores que se desbordarían dentro de la iglesia. En este mensaje final, la mente de Pablo no estaba en el crecimiento de la iglesia, los problemas personales de los pastores, o las circunstancias difíciles y tentaciones de los creyentes. No, el clamor profundo del corazón de Pablo era: “Ustedes obispos, ustedes pastores, pongan atención. Mirad por vosotros y por su gente”. “El Espíritu Santo os ha puesto por obispos para apacentar la iglesia del Señor” (20:28). En otras palabras: “Ustedes sobreveedores, ustedes obispos, ustedes líderes – alimenten sus ovejas, prepárenlas. Susténtenlas con la pura Palabra de Dios, sálvenlas de los lobos rapaces e impostores que atacarán las ovejas débiles.” “Porque yo sé que después de mi partida entrarán lobos en medio de vosotros que no perdonarán al rebaño. Y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para arrastrar tras sí discípulos. Por tanto, velad,…” (20:29-31).
Sobre este punto, Pablo les remarcó: “Ahora mismo, ustedes son una iglesia bendecida. Son un pueblo fiel, un poderoso cuerpo de creyentes. Tienen un fundamento sólido.” Más tarde también Cristo diría lo mismo acerca de los efesios en el libro de Apocalipsis. Él les dijo: “Yo conozco tus obras, tu arduo trabajo y tu perseverancia, y que no puedes soportar a los malos, has probado a los que se dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos.” (2:2). Sin embargo, según Pablo, “Tan bendecidos como son, su iglesia no será escatimada, a menos que presten atención a mis advertencias. Van a ver levantarse un ministerio impío y perverso que hará comercio o mercancía del rebaño.” Cristo dio a los efesios la misma advertencia en Apocalipsis 2: “Dejaste tu primer amor. Arrepiéntete, sino quitare tu candelero, tu testimonio brillante ante el mundo.”
¿Cómo perdieron su primer amor estos creyentes efesios? ¿Cómo empieza a morir cualquier iglesia? Claramente se debió a que sus pastores y líderes no estuvieron protegiendo las ovejas. No fueron cuidadosos y permitieron que los lobos rapaces tuvieran acceso al rebaño. Cuando estos lobos entraron, devoraron las ovejas, sin dejar una.
En resumen, un evangelio pervertido infiltró la iglesia [El Perverso Evangelio de la Prosperidad] y fue enseñado el error. Pronto, creyentes de corazón puro se descarriaron por horrible decepción. Por años, esta iglesia fiel había sido cuidadosa en juzgar lo que era el evangelio y lo que era de la carne. Pero, ahora estos mismos creyentes fueron encausados en un evangelio fácil que mitigaba la carne. Y fueron apartados de Cristo. Estos lobos rapaces ha invadido la casa de Dios. Y están engañando a pastores y congregaciones alrededor de todo el mundo. Por todas partes donde viajo, veo predicadores perversos dividiendo al rebaño y esparciendo las ovejas.
El profeta Ezequiel habló de estos lobos: “Hay conjuración de sus profetas en medio de ella, como de león rugiente que arrebata la presa. Devoraron vidas, tomaron haciendas y honra, multiplicaron sus viudas en medio de ella….Sus jefes en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa; derraman sangre para destruir las vidas, para obtener ganancias injustas…al afligido y necesitado destruía…” (Ezequiel 22:25, 27, 29). Muéstreme un predicador que nunca expone el pecado – quien no muestra a la gente la diferencia entre lo santo y lo profano, quien no hace mención del arrepentimiento y el juicio, y que en cambio dice que Dios desea hacerlo rico y próspero –y calificaré a ese hombre por lo que es. Es un lobo rapaz. Y ha sustituido la Cruz por el dinero. Permítame describir esta clase de lobo moderno. El hombre en quien estoy pensando es uno de los más conocidos predicadores de la prosperidad en América. Hace unas pocas semanas, este fue su mensaje: “Ustedes han oído acerca de la venida de Jesús. Han oído que él puede regresar en cualquier momento. Yo les digo, eso es imposible. El no puede venir hasta que haya prosperado – hasta que tenga su hermoso auto, hasta que tenga la casa soñada. Simplemente, no puede venir hasta entonces”. Recientemente vi un video que me fue enviado de una conferencia de prosperidad. Esta fue la teología declarada en esa conferencia: “Encuentre al predicador más próspero que conozca, y déle su dinero. Las bendiciones de él fluirán sobre usted.” Un pastor de prosperidad estuvo en la plataforma y describió sus autos, su avión, su casa, sus diamantes, y un perro que compró en 15,000 dólares. Declaró además: “Voy a construir una casa de la cual Salomón podría estar orgulloso. Entonces, cuando la gente en mi ciudad vea mi mansión y mi Rolls Royce, conocerá que hay un Dios en el cielo”. Mientras hablaba, la gente se acercaba y llenaban sus bolsillos de dinero. Otros se dirigieron a la plataforma para dejar allí su dinero. Aún otros lanzaron dinero sobre él. Entonces, empezó un canto titulado “Corre por el Dinero.” Algunos cayeron postrados mientras otros corrieron por el auditorio cantando: “Corre por el Dinero.”
Amados, esto me choca y me espanta, cómo pastores y cristianos creyentes de la Biblia, pueden ser tan engañados. Aún en nuestra iglesia, algunos feligreses distribuyen mensajes grabados por el lobo rapaz que enseña: “Jesús no puede venir hasta haya prosperado.” ¡Qué horrible blasfemia! Jesús mismo dijo que busquemos su manifestación, que él vendrá en un abrir y cerrar de ojos, cuando menos le esperemos. Oh, cuán ciega se ha vuelto la iglesia. Y cuán ciegos son ahora muchos pastores. Iglesias que una vez creyeron en el sacrificio, negarse a sí mismo y cargar la cruz, se han corrompido por la carne. Están totalmente concentradas en sí mismo, en las cosas materiales, en la buena vida, y no en la vida santa.
 El profeta Jeremías describió a los lobos rapaces quienes vienen cargando este engaño: “Como jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño; así se han hecho poderosos y ricos. Engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos del malo. No juzgaron la causa, la causa del huérfano, y sin embargo, prosperaron. ¡La causa de los pobres no juzgaron!”. Dice el Señor: ¿No juzgaré esto? ¿De tal gente no se vengará mi alma? Cosa espantosa y fea es hecha en el país: los profetas profetizan mentira y los sacerdotes dominan por manos de ellos. ¡Y mi pueblo así lo quiere! ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin? (Jeremías 5:27-31). Según Jeremías, estos lobos rapaces hacen sus fortunas sobre las espaldas de los pobres y necesitados. Un prominente evangelista está vendiendo “Sanidad del Cáncer” por $1,000 dólares. Por $500 dólares, una persona puede pasar al frente y recibir oración para cualquier clase de males. Pero, la oración por cáncer cuesta $1,000 dólares.
Todo esto es una hediondez en las narices de Dios. Y permítame decirle donde va a terminar. Servimos a un Dios paciente, quien no desea destruir o juzgar a nadie que es inducido en las redes del engaño por ignorancia. Él previene y corrige sus ovejas. Pero el día viene cuando el dirá a estos lobos rapaces: “¡Suficiente! No robarán más a las viudas. No usarán la Sangre de mi Hijo como tarjeta de crédito para satisfacer vuestra lujuria. Ya no les será permitido ir por todo el mundo y predicar un Cristo materialista. A cada lobo rapaz vestido de oveja lo desenmascaro y lo llevo a la banca rota. Muy pronto el dinero que está fluyendo en ustedes, se secará completamente.” Cada pastor del Señor, tiene la responsabilidad de cuidar su rebaño de los lobos rapaces.
¿A quiénes siguen los lobos rapaces? Ellos toman como presas, a las ovejas débiles y mal alimentadas. Buscan a quienes no conocen su Biblia y están atrapados en un evangelio centrado en si mismo. Es por esa razón que la amonestación de Pablo es tan clara: “Pastores y líderes, cuídense a si mismo. Cuiden el rebaño al cual han sido llamados a supervisar. Alimenten la iglesia de Dios.” Nosotros los pastores estamos llamados a llenar el rebaño con la pura Palabra de Dios. Solamente entonces podrán discernir lo que es del Espíritu Santo y lo que es del lobo. Le pregunto: ¿Cuál debería ser la preocupación de cada pastor en esta nación? Esta no debe ser una manera nueva para atraer a la gente para que venga a la iglesia. ¡No! Los pastores deben ser abrumados con la preocupación que quebrantó el corazón de Pablo. Dios puso la misma preocupación en el corazón del profeta Amós: El peligro de una carestía de la Palabra de Dios.
En los días de Amós, Israel empezó a obsesionarse con el dinero y el materialismo. Mientras tanto, los pobres eran despreciados. Cualquiera que no fuera exitoso era mofado. En consecuencia, Amós exclamó: “Oíd esto, los a que explotáis a los menesterosos y arruináis a los pobres de la tierra, diciendo: … achicaremos la medida, subiremos el precio, falsearemos con engaño la balanza, compraremos a los pobres por dinero y a los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo. El Señor juró por la gloria de Jacob: No olvidaré jamás ninguna de sus obras” (Amós 8:4-7). Amós vio lobos rapaces tomando como presas a las viudas y los pobres, quitándoles su plata o su sustento. Les exclamó: “Están quitando los zapatos a las viudas. Están robando a los pobres”. Veo que la misma cosa está sucediendo hoy. Un lobo rapaz – un ministro consultante – le dijo a nuestro administrador financiero: “Si alguien envía una donación a su ministerio, remítanle de inmediato otra apelación.” En otras palabras: “No importa quien envía el dinero. Permitan a las viudas y a los ancianos que les apoyan, que den aún más, si es que ellos lo prefieren. Obtengan las más grandes donaciones que les sean posibles.” No, ¡Esto nunca será así! Hoy, ese ministro consultante está cerca de la ruina. ¿Cómo reaccionó el Señor ante tal avaricia en Israel? Le dijo a Amós: “Ciertamente vienen días, dice el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra del Señor. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente andarán buscando palabra del Señor y no la hallarán. En aquel tiempo, las muchachas hermosas y los jóvenes desmayarán de sed” (Amós 8:11-13). Dios, en esencia, está diciendo: “Adelante, vayan por el dinero. Desprecien a los pobres, los necesitados, las viudas, los justos. Pero yo enviaré carestía sobre ustedes y su rebaño. Ustedes se morirán de hambre por una palabra celestial. Correrán del este al oeste, tratando de encontrar una palabra de mí, pero no la encontrarán”. De la misma manera, hoy, el Señor cerrará el cielo a cada pastor materialista. Cada bendición que les fluye, pronto se secará. Y en los tiempos difíciles, el rebaño sediento que siguieron a esos lobos rapaces, se esparcirán mientras corren buscando una palabra de Dios. “Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.” (Tito 1:13-14)
Amados, la única preocupación de nuestro Padre celestial, es que ningún otro evangelio nos aleje de la Cruz. Conozco a muchos cristianos cuya fe ha naufragado debido a que hace años atrás se les pronuncio una palabra aduladora: “Tendrán un gran ministerio. Ganarán miles de almas para el Señor.” Ninguna palabra de estas se cumplió. Y ahora esas ovejas están totalmente descorazonadas, su fe sobre un montón de ceniza. Si usted va a recibir una palabra del Señor, deje que sea de la Escritura. Que venga de su precioso tiempo de oración en la cámara secreta con Jesús. Permita que sus amigos creyentes prueben y confirmen la palabra con usted. De otra manera, si permite que cualquier cosa lo saque del verdadero evangelio, terminará en carestía y hambre.
Pablo advierte de una innovación aun más peligrosa contra la iglesia de Cristo. Pablo dijo a los Efesios: “Y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán [cosas perversas para arrastrar tras sí discípulos]” (Hechos 20:30). En el Griego la palabra ‘perversa’ aquí significa [obstinada persistencia en promover un error]. Pablo estaba advirtiendo: “Algunos de ustedes que están en autoridad, se levantarán y traerán un evangelio distorsionado. Introducirán una corrupción del evangelio puro.” ¿De qué podría Pablo estar hablando? ¿Cómo podría ser posible que esto ocurriera entre los líderes de su iglesia? Note, Pablo ahora no está hablando de lobos rapaces o ladrones de viudas. El no estaba fijando la mira sobre aquellos que desprecian a los pobres. No, Pablo está haciendo alusión a los ministros que se acobardan y se encogen de predicar a todo el consejo de Dios. Estaba hablando de aquellos que presentan un evangelio liviano, un medio evangelio, solamente una parte de la Palabra de Dios.
Pablo declaró a estos hombres: “porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios” (Hechos 20:27). Por lo tanto, les dijo: “yo os declaro en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos” (v.26). En otras palabras: “Soy inocente ante el Señor, debido a que no he retenido nada al predicar a ustedes toda la verdad de Dios”. Por tanto, ¿qué es “todo el consejo de Dios” a lo cual Pablo aquí se refiere? En pocas palabras, todo el consejo de Dios incluye las duras materias de la Escritura, no solamente las bendiciones. Incluye la predicación sobre la excesiva perversidad del pecado. Esto implica predicar sobre el infierno, la venida de Cristo y el juicio que se aproxima. Significa predicar sobre la tristeza piadosa por el pecado, el arrepentimiento y dejar el pecado. Es la predica de un evangelio ofensivo de la sangre de Cristo. Es un mensaje de tomar la cruz, negarse a sí mismo, de sacrificio y de morir con Cristo. Es un evangelio de santidad y separación del mundo.
Ciertos ministerios están dedicados hoy, a promover lo que ellos llaman un evangelio “amigable”, dando a entender de uno que no ofenda. El diccionario define “amigable” o “amistoso,” como cálido, confortable, no perturbador. Por supuesto, yo creo que el evangelio de Jesucristo es de consuelo, y sanidad. Es buenas nuevas – con seguridad, las más grandes noticias que el hombre puede haber escuchado. Y como mensajeros del evangelio, estamos llamados a predicar ánimo, esperanza y fe. Pero, si atendemos a las exhortaciones de Pablo, entonces, estamos llamados a predicar todo el evangelio. Y “todo el evangelio” incluye un mensaje ofensivo, una palabra que provoque y constriña cualquier corazón lleno de pecado, tanto de creyentes como no creyentes. Según Pedro, el evangelio de Jesucristo es “Piedra de tropiezo y roca que hace caer. Ellos, por su desobediencia, tropiezan en la palabra” (1 Pedro 2:8). Pero el evangelio “amigable” que es presentado hoy, se niega a hacer eso. Tales predicadores rara vez llevan a su gente a un lugar de convicción del Espíritu de Dios por el pecado. ¿Puede imaginarse a Pablo predicando un mensaje que excluya el llamado a negarse a sí mismo? ¡Nunca!
El evangelio “amistoso” no es nada más que un mensaje pasado por agua y tibio, que intenta alcanzar las más grandes multitudes que pueda. No obstante, trágicamente, nunca trata los asuntos que conducen a los hombres hacia la Cruz: el pecado. En cambio, esconde la verdad, la misma verdad que libera a la gente. Al leer la advertencia de Pablo, tiemblo por lo que veo que va a suceder en nuestro tiempo. He determinado predicar todo el consejo de Dios hasta el día que yo me vaya con el Señor. Y lo haré debido a la exhortación de Dios para todos los predicadores, que está en Ezequiel 33: “Y él (el centinela) vea venir la espada sobre la tierra, y toque la trompeta y avise al pueblo, cualquiera que oiga el sonido de la trompeta y no se prepare, y viendo la espada lo hiera, su sangre será sobre su cabeza. El sonido de la trompeta oyó, pero no se preparó; pero el que se prepare, salvará su vida.“Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no se prepara, y viniendo la espada, hiere a alguno de ellos, este fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del centinela. “A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel; tu oirás la palabra de mi boca y los amonestarás de mi parte. Cuando yo diga al impío: “¡Impío, de cierto morirás!”, si tú no hablas para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero yo demandaré su sangre de tu mano. “Pero si tu avisas al impío de su camino para que se aparte de él, y el no se aparta de su camino, él morirá por su pecado, pero tu libraste tu vida” (Ezequiel 33:3-9).
Como un predicador de la Palabra de Dios, debo avisar al impío, o el Señor me hará responsable por su sangre. Con razón Pablo dijo a los efesios: “Soy inocente de la sangre de todos los hombres.” Él sabía acerca de la advertencia de Dios a los predicadores en Ezequiel 33. Predico en una iglesia donde la gente viene de todos los caminos de la vida: travestís que viven en un infierno personal, actores y actrices que ahogan su desesperación en el alcohol y las drogas, desesperados hombres de negocio al borde del suicidio. Al mirar las caras de estos sufridos pecadores, ¿cómo puedo estar atemorizado de darles la verdad? ¿Cómo podría ser posible que yo retuviera de ellos alguna Palabra de Dios, sabiendo que la única verdad que les hablará es la sangre de Jesús y la cruz de Cristo?
Mi mensaje algunas veces puede ofender a pecadores y los que se comprometen con el pecado. Pero, no tendré ninguna sangre en mis manos en el día del juicio. Puede pensar: “Todo lo que usted señala viene del Antiguo Testamento. Esto no se aplica en este día de gracia”. Si esto es verdad, entonces Jesús estuvo equivocado cuando citó a Isaías y los otros profetas. Y lo mismo es válido para Juan el Bautista y el apóstol Pablo. Pedro escribe: “De este [Jesús] dan testimonio todos los profetas,….” (Hechos 10:43). Aquí están las propias palabras de Jesús sobre este asunto: “Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas. Pero el asalariado, que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa” (Juan 10:11-12). Jesús dice que el buen pastor entrega su vida por las ovejas. ¿Qué exactamente significa esto hoy, para un ministro de Dios? Esto incluye dejar el orgullo, todo temor al hombre, y toda cobardía cuando se trata de predicar todo el consejo de Dios. Esto es un requisito para cualquier pastor que está llamado a alimentar el rebaño.
Ahora, permítame darle algunas buenas nuevas. Veo a Dios levantando un remanente santo, de buenos pastores. Estos pastores están buscando a Dios con diligencia fresca. Son ministros devotos, jóvenes y ancianos, quienes no permitirán que ningún lobo rapaz toque a sus rebaños. Mientras que estos pastores miran alrededor de la iglesia de hoy, están enfermos y cansados de todas las deserciones que ven. Gimen al ver que las ovejas son esparcidas a la derecha y a la izquierda, porque no tienen un pastor verdadero. Estos piadosos pastores tienen una profunda inquietud: Han determinado alimentar a sus rebaños con la pura Palabra de Dios. Se niegan a edificar sus propios sueños sobre las espaldas de los pobres y las ovejas débiles. En cambio, vienen al púlpito con una palabra fresca y encendida del Espíritu Santo. Saben que esa es la única cosa que mantendrán a sus ovejas en los días difíciles por venir.
Mi hijo Gary y yo, nos reunimos con estos pastores devotos alrededor del mundo, mientras sostenemos asambleas de ministros. Están cansados de los conceptos hechos por hombres y artefactos para el ministerio. Todo lo que ellos desean es oír de Dios. Ellos saben que este mundo está corriendo al juicio, por lo tanto predican con el fuego del Espíritu Santo. No están compitiendo con otros, tratando de ser estrellas religiosas. No quieren ser hallados corriendo tras sueños estúpidos, cuando Dios esté sacudiendo, todo lo que puede ser sacudido. Creo que pronto, en un solo día – un día de terror y pánico – Dios hará caer todos los evangelios falsos y perversos. Él cerrará todas las iglesias que complacen la carne. El Apocalipsis dice que en una hora caerá Babilonia. Es cuando veo a Dios quebrando a cada “ministerio rapaz”. En su lugar se levantará un cuerpo de vencedores. Estos siervos de Dios serán audaces, santos, totalmente preparados debido a que fueron plenamente advertidos. Es entonces cuando veremos la gloria de Dios volver a su iglesia. ¡Aleluya!
Fuente: VozdeJehová

martes, 27 de diciembre de 2011

viernes, 23 de diciembre de 2011

“Necesitamos hombres ardiendo al rojo vivo, que irradien el fuego con tan intenso calor; que no podamos siquiera acercarnos sin sentir que nuestros corazones se están quemando; hombres como relámpagos lanzados de la misma mano de Jehová, despedazando estrepitosamente cada cosa que se opone en su camino, hasta que lleguen a su blanco : Hombres impulsados por la Omnipotencia ! ” 
Charles H. Spurgeon (1834-1892)

miércoles, 21 de diciembre de 2011


ALTO A LAS BLASFEMIAS DE LOS FALSOS UNGIDOS

Dr. Antonio Bolainez
INTRODUCCION:
También debes saber que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos. Habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanidosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin templanza, crueles, enemigos de lo bueno, traidores, impetuosos, engreídos, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella. A esos, evítalos. II Timoteo 3:1-5
Sin lugar a dudas, este 2011 es considerado como un año sumamente sospechoso en relación a los acontecimientos del fin del mundo. Es que desde que comenzamos este año, hubo noticias extrañas: Por ejemplo, la muerte súbita de miles de aves en los primeros meses, y los millones de peces muertos en los diferentes océanos de nuestro planeta.
Las peores inundaciones y las peores sequías, mientras vemos en la televisión que 13 millones de seres humanos en África están muriendo de hambre. Según un reportaje de Televisa-México, cada hora están muriendo en los campamentos de Kenia, 269 seres humanos; desde niños hasta los más viejos, mientras en Estados Unidos y Europa se botan millones de toneladas de comida por día.
Hemos tenido el peor terremoto de la Historia; el quinto más intenso en la Historia, y el tsunami más intenso de los últimos 5 mil años que asoló a Japón tras el terremoto. El eje de la Tierra se ha movido 17 centímetros, según los científicos de la NASA, mientras que todas las naciones han cerrado filas para obligar a Israel a sentarse, con miras a las últimas negociaciones para la firma final de un pacto que dé lugar al nacimiento de un Estado palestino dentro del territorio de Israel, donde al pueblo judío se le obligará entregar lo más sagrado de sus montes, como el Monte del Templo y el Monte de los Olivos.
Este año también ha sido el año de rebeldía en contra de lo establecido por Dios, en relación a la familia. El Señor nos enseña, en Génesis, que cuando Dios creó al hombre, varón y hembra los creó; sin embargo, la sociedad está enseñando lo contrario, al insistir que dos hombres se puede casar, o dos mujeres, y criar hijos. Por más que se quieran poner buenas razones, es una acción que va en contra de lo establecido por el Altísimo. Lo que estamos viendo es, sin lugar a dudas, el cumplimiento de La Palabra del Señor en Lucas 17:26-32, donde el Señor nos dice que cuando se repitiera el pecado de rebeldía de la sociedad de Noé, y la depravación de Sodoma, entonces estaría a las puertas la venida del Señor.
Como dije, por más razones que se quieran dar, esto va en contra del mandato del Señor. Miremos a continuación: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra». Génesis 1:27-28
Por otro lado, estamos viendo con enorme preocupación el espíritu de guerra en el Medio Oriente; todo comenzó con el país de Túnez, siguió con Egipto, Libia y Yemen, y en estos momentos está en la faceta más cruda en Siria. Mientras que la casa de Togorma (es decir, Turquía), que había sido el mejor amigo de Israel entre los países musulmanes, ha roto relaciones diplomáticas, y amenaza con entrar directamente en guerra con el pueblo judío, tal como lo predijo el Profeta Ezequiel en el capítulo 38 de su libro.
También se ha empezado un movimiento de protestas civiles en contra del sistema financiero mundial, situación que amenaza con extenderse a lo largo de la Unión Americana, ante el eminente peligro de una segunda recesión, por la enorme crisis que están pasando en Grecia, España y Portugal.
Mientras, la NASA canceló definitivamente los vuelos espaciales para que pasen a ser totalmente privados, algo que nos deja enormes sospechas sobre los planes del sistema de gobierno del orden mundial. Pero lo que más nos preocupa a los cristianos en este año, es sin lugar a dudas las horripilantes blasfemias que a continuación entramos a especificar.
ALTO A LAS HORRIPILANTES BLASFEMIAS
Sin lugar a dudas, la segunda carta de Pablo a Timoteo, en el capítulo 3 del verso 1 al 5, calza a la perfección en estos momentos, con los mencionados falsos apóstoles de la prosperidad, quienes en los últimos 11 años se han levantado de una forma impresionante. Podemos decir que son los nuevos ricos del siglo XXI, a costilla de un pobre pueblo evangélico que ha perdido el rumbo de su brújula y se ha ido tras estos falsos baales.
En cuestión de tres semanas sale mi nuevo libro, que me llevó cuatro años escribiéndolo, y que se titula “CAMINO AL FALSO PROFETA”. En esta investigación hago un análisis profundo de la crisis que está viviendo actualmente la Iglesia. Lo que estamos escuchando este año, en relación a las blasfemias, es para ponernos a gritar; parece que los gritos de las dos bestias se están dejando sentir como nunca en estos momentos.
Esto me recuerda una visión que tuviera una de mis ovejas en la última iglesia que pastoree en Costa Rica. Este hermano me dijo en el 2003, que, en un ayuno de 21 días, el Señor le mostró a dos bestias atadas en el pozo del abismo; eran dos demonios impresionantemente grandes. Ambos estaban atados con poderosas cadenas; los dos demonios lanzaban impresionantes palabras de blasfemias.
Al mismo tiempo que decían que su tiempo ya se estaba llegando, el Señor le mostró al hermano Gustavo que en los siguientes años íbamos a recibir, en estos gritos de blasfemias, de estos demonios, ecos a través de los falsos ungidos, súbditos de estas bestias. En ese momento no entendí lo que me decía el hermano Gustavo, pero con lo que está pasando en este 2011, ahora sí lo comprendo; da hasta escalofrió el solo recordar la visión del hermano Gustavo, con lo que hemos venido escuchando en este año. Pero mejor entremos a analizar las más horripilantes blasfemias de este año. Aunque el número es mucho más grande, sólo mencionaré los tres más relevantes.
BLASFEMIAS CONTRA JESÚS
Este año de blasfemias comenzó con el famoso predicador estadunidense de la raza negra Myles Munroe. Este hombre comenzó el año dando una conferencia apostólica, patrocinado por el falso ungido Guillermo Maldonado; en dicho evento estuvo la crema y nata de los falsos apóstoles de la prosperidad.
Myles Munroe
Se puede ver, en las bancas de adelante, aplaudiendo las grandes blasfemias de este hombre; sólo dictaré algunas de sus blasfemias. El dice literalmente las siguientes palabras: “Jesús era un joven desorientado, que andaba buscando la verdad, y la buscó en diferentes sectas, incluyendo las sectas griegas, hasta que llegó un día al desierto de Judá y escuchó a su primo Juan El Bautista. Ese día, Juan inició su sermón anunciando el Reino. Cuando el joven Jesús escuchó el tema del Reino, dijo: ´Este el tema que yo andaba buscando´. Y se acercó donde estaba Juan, y le dijo: ´Juan, acéptame como tu discípulo y bautízame, porque yo quiero aprender de ti´…”. En ese momento, cuando se dijo esa frase, todos aplaudieron. ¿Dónde está la blasfemia?
Punto número uno: Al decir que Jesús era un joven desorientado, está negando la deidad de Jesús, mientras que La Palabra demuestra que Jesús era Dios mismo. Por esto los judíos aún más intentaban matarlo, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Juan 5:18. Él, que es el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. Hebreos 1:3
La segunda blasfemia de este hombre que analizamos aquí, está en que niega que Jesús es la Verdad. La Palabra del Señor enseña enfáticamente que Jesús es la Verdad: Él enviará desde los cielos y me salvará de la infamia del que me acosa. Dios enviará su misericordia y su verdad. Salmos 57:3. Si en verdad lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. Efesios 4:21 Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por míJuan 14:6 Aunque el discurso de este falso ungido Munroe contiene muchas más blasfemias, yo sólo he enumerado lo que más me ha aterrado de ese discurso.
CASH LUNA Y LA BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO
La segunda blasfemia horripilante que encontramos en este año, la dijo el falso apóstol y falso ungido, Carlos Luna, personaje que desde hace muchos años viene blasfemando del Señor, y quien en el pasado constantemente hacía la señal de la cabra con ambas manos, hasta que en su propia iglesia le dijeron que ya no lo hiciera, porque lo estaban criticando mucho.
Por supuesto que aquí nos entra una enorme duda: ¿Cómo alguien puede estar diciendo que un hombre es súper ungido por Dios, y no ser reprendido al mismo tiempo por usar constantemente esa señal diabólica? ¿O cómo alguien que dice ser súper ungido puede padecer de epilepsia, enfermedad que usted al igual que cualquier neurólogo lo puede notar por sus muy fuertes tic nerviosos, y en este año mucho más fuertes? Bueno, este señor llegó al colmo de sus blasfemias este año, en un discurso que dio, titulado “Simón el Mago”. En dicha conferencia, este hombre hace su propia interpretación de este caso narrado en el libro de los Hechos 8:9-24. La primera blasfemia la encontrará usted si ve el video de YouTube, titulado “Cash Luna y Simón el Mago”. Y es la siguiente: Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero(Hechos 8:18). Carlos Luna distorsiona este pasaje, como es costumbre de ellos, desvirtuar La Palabra del Señor, para sacar su propio provecho.
El señor Luna dice que ¡Simón quiso dar una ofrenda o donativo! ¡Eso es totalmente falso! pues de otra manera Pedro no lo hubiera reprendido duramente.
Pero continúa la blasfemia de Carlos Luna: “Aunque usted no lo crea, Simón no estaba equivocado; el que estaba equivocado era Pedro”. Esa es un aberrante blasfemia; el señor Luna da por un hecho que los escritores de la Biblia, quienes fueron inspirados por el Espíritu Santo, escribieron mal las cosas, y que Pedro era incapaz de darse cuenta que estaba cometiendo un error. Uno no puede entender cómo esa ingenua multitud que estaba en su iglesia no pudo darse cuenta de esas aberrantes palabras. O simplemente es gente que sólo ha cambiado de religión, pero por lo visto ninguno de ellos es salvo. Por lo tanto, carecen de toda verdad, que es Cristo Jesús. Pero continuemos con las blasfemias de este hombre en ese tema de “Simón el Mago”.
Carlos Luna dice en su mensaje que Pedro ya se había (usaré sus propias  expresiones)“echado a Ananías y Safira”. Eso es una injuria, porque Pedro no fue el que mató a Ananías y Safira; fue el Espíritu Santo. Pero sigue su blasfemia. Cito sus propias palabras: “Como ya se había echado a Ananías y Safira, por muertos de hambre…”. Reproche: Ananías y Safira no habían muerto por “muertos de hambre”. Por favor, lean bien el pasaje de Hechos 5:1-11. Ananías y Safira no murieron por “muertos de hambre”, ya que hubieran podido retener la propiedad o bien quedarse con el total de la venta, sin embargo murieron por mentirle al Espíritu Santo. Finalmente, Carlos Luna termina burlándose de Pedro, afirmando que Pedro le dijo a Simón: “Perezca”. Y Simón no pereció. Y termina apuntándose a él mismo, como diciendo: Aquí estamos; no hemos perecido. Por favor, vuelva a leer el pasaje de II Timoteo 3:1-5, citado al inicio del artículo, y verá cómo calza a la perfección, respecto a estos falsos ungidos.
GUILLERMO MALDONADO Y SU BLASFEMIA CONTRA EL ALTISIMO, COMPARÁNDOLO CON UNA RAMERA
Sin lugar a duda, la tercera blasfemia que vamos a analizar viene de este señor del sur de Honduras que habla bien y es persuasivo para manipular las masas. De no ser así, satán nunca lo hubiera tomado para infiltrarlo dentro de la Iglesia.
Como usted lo verá en el siguinete video de Youtube, él está en medio de una gran cantidad de hombres, vestidos de militares, en lo que es al parecer una conferencia para varones. El tema que utiliza es el mismo que los ha hecho millonarios a ellos: “El pacto”; todos ellos usan con proeza ese tema para traer “agua para su molino”.
Mientras está hablando del pacto, donde da a entender que nuestro Dios no puede hacer nada, a menos que ofrezcamos algo; por supuesto, ese algo no es el alma, sino ellos lo llevan súbitamente al dinero, o propiedades o prendas, y vehículos.
En uno de los momentos dice, y citaré sus propias expresiones: Dice que una ramera vende su cuerpo por dinero. “Ellas o una mujer decente no le abrirá sus patas (luego dice piernas) a nadie si no es por dinero o compromiso”. Sigue hablando del pacto, ante una multitud de hombres ingenuos; en el evento se ve claramente que ninguno de ellos es salvo, pues no reaccionan ante la horripilante blasfemia. Todo lo contrario: Esos hombre se ponen de pie y lo empiezan a aplaudir, sin lugar a dudas movidos por el espíritu del anticristo en esos momentos. De inmediato Maldonado dice: “Dios no le va abrir las piernas a usted, si usted no le ofrece algo”. Y sigue usando la misma frase, e intercambia la palabra “ramera”. Y vuelve a decir: “Dios no le abrirá las piernas si no le ofrece algo”¿No le da escalofrío esas horripilaste blasfemias?
Pero este señor, no solo blasfema sino que muestra una clarísima megalomanía, es decir un delirio de grandeza. Él cita a otros falsos ministros de la prosperidad diciéndole que Dios les dijo ora por mi amigo, ellos preguntan ¿Quién es tu amigo? Supuestamente el Señor dice:“Guillermo Maldonado”.
En la Biblia, Dios llamó amigo al Padre Abraham según 2 de Crónicas 20:7 e Isaías 41:8. Esto sucedió cuando Dios el Altísimo hizo pacto con el padre Abraham, nótese Dios es el que puede hacer pacto con el hombre, el hombre no puede pactar con Dios, pues todo hombre es mentiroso, y no hay un solo pasaje donde diga de que el hombre hizo pacto con Dios. Los que citan el caso del padre Jacob, están fuera de contexto, pues no fue un pacto, fue un gesto de agradecimiento el que hizo el Padre Jacob.
En el pacto que el Altísimo hizo con el padre Abraham, en Génesis 15:1-19. Dios le llamo su amigo, solo al padre Abraham se le llamo amigo de Dios, ahora este señor Maldonado, quien es conocido por su falsa doctrina dominionista y enemigo del tema de la segunda venida del Señor Jesús y por ende el Arrebatamiento de la Iglesia, se quiere presentar con el mismo título del Padre Abraham, mientras decía estas palabras, la multitud de ingenuos seguidores e idolatras se tragaban semejante megalomanía. En esta gente se está cumpliendo las palabras del Señor Jesús, cuando dijo: Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Mateo 24:5.
CONCLUSIÓN:
Cuando miré esta última blasfemia, pegué un grito. Y dije: “Señor mío, tenemos que tratar de hacer un alto a estas horripilantes blasfemias”. Pero en ese momento sentí que este es el tiempo de ellos; están en la ley permisiva. Son los auténticos hijos de la bestia, y están lanzando sus últimas bocanadas de blasfemias, antes del fin, que será al último de la Gran Tribulación, cuando serán lanzados al lago de fuego, juntamente con la bestia (Apocalipsis 14:9-11).
Hace poco una hermana me mandó a la página de mi facebook una frase muy popular en nuestros pueblos de Centroamérica: “El chacho no tiene la culpa; la culpa la tienen quienes les dan de comer”. Lo que la hermana dice es correcto; estos falsos se hacen famosos y millonarios por culpa de esa multitud de ingenuos religiosos que, aunque se denominan “evangélicos”, nunca han ido a la cruz del calvario, y por lo tanto carecen de toda verdad. En la inmensa mayoría, es gente que ni siquiera conoce cuántos libros tiene la Biblia.
Cuando hacemos un análisis de estos hombres falsos ungidos, nos damos cuenta que sí tienen cualidades de cómo manejar a las multitudes. Por ejemplo, César Castellanos era un especialista en mercadotecnia artística, en Colombia, y Carlos Luna era un excelente vendedor de seguros de vida. Cito las palabras del Dr. Solórzano, siervo que ya está con el Señor; él era un médico destacado de Guatemala, y en su casa fue donde nació la iglesia de Carlos Luna.
El Dr. Solórzano me dijo: “Soy difícil para que un vendedor me convenza a comprar algo; sin embargo, un joven llegó a mi oficina un día ofreciéndome un seguro de vida. Imagínate ofreciendo esto a un médico. Y fue tan convincente, que terminé comprándole el seguro de vida; ese joven era Carlos Luna”.
Si analizamos a estos falsos ministros, o falsos ungidos, nos daremos cuenta que son maestros en manipular La Palabra, y de esa forma engañar a multitudes. Por favor, sería muy bueno que analices profundamente el capítulo 2 de 2 de Pedro; te ayudará mucho a entender este misterio de estos falsos apóstoles de la prosperidad. También sería bueno que estudies profundamente el capítulo de la carta de Judas.
Estas grandes y horripilantes blasfemias, en este año, sin lugar a dudas nos anuncian que hemos entrado a la última encrucijada hacia el arrebatamiento de la Iglesia. Que el Señor nos ayude; si no viene este 2011, creemos que cada año que pase de aquí en adelante estaremos en la antesala del Rapto. Veremos cosas horribles de estos falsos ungidos, por eso debemos permanecer firmes en las palabras del Señor. Pero el que persevere hasta el fin, este será salvo. Mateo 24:13
Dios les bendiga Shalom Dr. Antonio Bolainez